miércoles, 4 de agosto de 2010

¿Cómo funciona el Fideicomiso Yasuní?




El Ecuador ha firmado un acuerdo internacional con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para la recepción y uso de las contribuciones internacionales en apoyo a la Iniciativa Yasuní-ITT.

El PNUD recibe y administra los fondos de los contribuyentes a la Iniciativa, y los entrega al Estado ecuatoriano para proyectos destinados exclusivamente a los objetivos definidos, garantizando la trasparecería y efectividad en el manejo de los recursos.

Transparencia y efectividad

El PNUD administra muchos fondos internacionales con más de 5.000 millones de dólares, a través del Multi Donor Trust Fund (MDTF), convirtiéndose en el organismo internacional con mayor reconocimiento en administración de fondos internacionales para el desarrollo y la sustentabilidad.

El PNUD garantiza a los contribuyentes la transparencia y efectividad en el empleo de los fondos de la Iniciativa, que se destinarán exclusivamente para desarrollar fuentes renovables de energía en el Ecuador, mantener los ecosistemas y las Áreas Protegidas, reforestar áreas degradadas, promover el desarrollo social y el empleo sustentable, y mejorar la eficiencia energética.

El Estado ecuatoriano será el único ejecutor de los proyectos, siguiendo los lineamientos del Plan Nacional para el Buen Vivir.

Inversiones de capital

El capital del fondo será invertido exclusivamente en proyectos de rentabilidad segura y alta, para la generación de energía con fuentes renovables, como la hidroeléctrica, eólica, solar y geotérmica.

El fondo se invertirán en acciones preferentes, que proporcionan una rentabilidad fija, por ejemplo el 7 % anual. De esta forma se genera un flujo de intereses, que financiarán las otras metas de la Iniciativa.

Las inversiones del fondo Yasuní-ITT deben tener un riesgo razonable mínimo y generar los intereses que se destinarán a los proyectos de desarrollo previstos en la Iniciativa. Serán susceptibles de recibir esas inversiones aquellos proyectos que se enmarquen en las líneas de acción previstas en la Iniciativa, impliquen un riesgo medido, tengan una conservadora rentabilidad y, al mismo tiempo, contribuyan al desarrollo sustentable del país.

En esta línea se inscriben inversiones futuras en proyectos hidroeléctricos, geotérmicos, eólicos y solares en los que Ecuador tiene actualmente un alto potencial de desarrollo de fuentes renovables. El fondo Yasuní-ITT puede adquirir acciones preferentes en ellos, si es que reúnen las condiciones necesarias para la inversión. Este tipo de acciones permiten obtener una rentabilidad fija predeterminada, independientemente de las utilidades de la empresa. La tasa de rendimiento fija a convenirse dependerá de las características del proyecto, mantendrá un riesgo mínimo y permitirá al Estado percibir, con seguridad, los intereses del fondo. Al mismo tiempo, estas inversiones contribuirán al desarrollo sustentable del país y generarán nuevas reducciones de dióxido de carbono.

El Ecuador depende de la generación térmica, que proviene de la quema de derivados del petróleo como diesel y gas, para casi la mitad de la electricidad que se requiere el país. Las plantas térmicas son costosas, ineficientes y contaminantes. Las inversiones en plantas hidroeléctricas han sido mínimas entre 1987 y 2006. Solamente el Gobierno del Presidente Correa ha retomado la construcción de proyectos como Paute Mazar o Coca Codo Sinclair. Las fuentes renovables de energía son limpias y permiten aprovechar el enorme potencial del Ecuador, que usa apenas una sexta parte de su potencial hidroeléctrico, apenas ha iniciado inversiones en energía solar y del viento y no tiene un aprovechamiento energético de la energía de los volcanes.

¿Cómo se Invertirán los Intereses del Fondo Yasuní-ITT?

Los intereses se invertirán exclusivamente en la conservación efectiva de las 44 Áreas Protegidas y ecosistemas remanentes en el Ecuador, la reforestación, la mejora en la eficiencia energética, el desarrollo social sustentables y la investigación científica para los fines mencionados.

Intereses del Fondo Yasuní-ITT

Este fondo permitirá al Estado recibir intereses a perpetuidad, que serán invertidos con cinco fines, en concordancia con los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo:

1. La conservación efectiva y deforestación evitada de 43 áreas protegidas –que suman 4.8 millones de hectáreas, y de otros ecosistemas remanentes. El área total protegida alcanza al menos el 19% del territorio ecuatoriano, un porcentaje entre los más altos del mundo. La conservación adecuada del Parque Yasuní permitirá también que los pueblos Tagaeri y Taromenane continúen en aislamiento voluntario.
2. La regeneración natural, reforestación y aforestación de un millón de hectáreas de bosques manejados por pequeños propietarios –en suelos que actualmente están amenazados por la degradación– y la reducción sustancial de la tasa actual de deforestación, considerada una de las mayores en Sudamérica.
3. El aumento de la eficiencia energética nacional y el ahorro de energía.
4. El desarrollo social las zonas de influencia de los tres objetivos anteriores, con programas de educación, salud, capacitación, asistencia técnica y generación de empleo productivo en actividades sustentables, como el ecoturismo y la agroforestería.
5. La investigación y desarrollo en ciencia y tecnología en: a) generación[on de bienes y servicios basados en el bio-conocimientos, b) manejo integrado de cuencas, y c) cambio en la matriz energética nacional, de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo.

Cómo funciona el Fideicomiso?

El Fideicomiso Yasuní-ITT tiene un Comité Directivo y una Secretaría Técnica.

El Comité Directivo define los proyectos a financiarse, que serán ejecutados por el Estado ecuatoriano bajo los lineamientos del Plan Nacional para el Buen Vivir, y está conformado por tres representantes del Estado ecuatoriano, dos representantes de los contribuyentes y un representante de la sociedad civil.

La Secretaría Técnica proporciona información sobre los proyectos a seleccionarse, y además monitorea y evalúa su ejecución.

Francia examina participar en la iniciativa Yasuní-ITT


El Comercio

París | 15:02 - miércoles 04/08/2010
Francia saludó hoy la iniciativa ecuatoriana Yasuní-ITT que consiste en renunciar a la explotación de 846 millones de barriles de petróleo en un área de la Amazonía para proteger el medioambiente e indicó que “examina” su participación en dicho proyecto.

“Francia saluda la firma de un acuerdo entre el gobierno ecuatoriano y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) respecto de la creación del fondo Yasuní-ITT”, indicó en una declaración la portavoz adjunta del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Christine Fages.

Ecuador y el PNUD firmaron el martes un fideicomiso según el cual Quito renuncia a explotar el petróleo del parque Yasuní -982.000 hectáreas de selva en el sudeste del país-, a cambio de que la comunidad internacional contribuya con unos 3 600 millones de dólares, el equivalente al 50% de lo que ese país andino recibiría por vender el crudo.

El diario francés Le Monde afirmó esta semana que Alemania, España, Bélgica, Suecia y Francia anunciaron su apoyo a dicha iniciativa con un total de 1 500 millones de dólares.

Pero, al preguntársele si podía confirmar esa información periodística, la portavoz de la cancillería sólo indicó que “la participación de Francia en ese proyecto es objeto de un examen atento”.

Le Monde destacó que la decisión ecuatoriana evitará la emisión de “407 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), el equivalente a las emisiones anuales de Francia”.

Los 846 millones de barriles de petróleo que almacena ese prometedor yacimiento en territorio ecuatoriano suponen el 20% de las reservas de crudo de Ecuador, el más pequeño miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que tiene una producción de 472.000 barriles diarios.

Francia subrayó el valor de Yasuní-ITT como un “proyecto original e innovador” y la “voluntad de Ecuador de preservar el territorio de tribus indígenas y la excepcional diversidad biológica del parque natural Yasuní”.

El parque Yasuní, ubicado en la cuenca del alto Napo, alberga a los Tagaeri y Taromenane, los dos últimos pueblos indígenas en aislamiento voluntario de Ecuador.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció en 1989 al parque natural Yasuní como reserva mundial de la biósfera.

martes, 3 de agosto de 2010

Ecuador Signs Historic Yasuni-ITT Deal with UNDP To Keep Oil in the Soil and CO2 out of the Atmosphere


Praise for Pioneering Proposal is Mixed with Concerns by Indigenous Groups Over New Drilling Planned in Southern Ecuador's Pristine Rainforests

Quito, Ecuador – Ecuador plans to sign an agreement today with the United Nations Development Fund (UNDP) that will open an international trust fund to receive donations supporting the government's proposal to keep some 900 million barrels of oil in the ground. The heavy crude is found in three oil reserves beneath the fragile Yasuni National Park – the Ishpingo, Tambococha, and Tiputini (ITT). Three tumultuous years in the making, the deal with UNDP finally spares a significant area of the Park from oil drilling. Initial donor countries include Germany, Spain, France, Sweden, and Switzerland which have collectively committed an estimated US $1.5 billion of the US$3.6 billon that the Ecuadorian government seeks.

The plan will keep an estimated 410 million tons of C02 – the major greenhouse gas driving climate change – from reaching the atmosphere. This precedent of avoided CO2 emissions could factor into future climate negotiations.

In 2007, Ecuador's President Correa launched the Yasuni-ITT initiative, seeking international financial contributions equaling half of the country's forgone revenues if the government left Yasuni's oil reserve untouched. The proposal seeks to strike a balance between protecting the park and its indigenous inhabitants, while still generating some revenue for Ecuador, a country dependent on oil for 60 percent of its exports.

Covering nearly 2.5 million acres of primary tropical rainforest at the intersection of the Andes and the Amazon close to the equator, Yasuni is the ancestral territory of the Huaorani people, as well as two other indigenous tribes living in voluntary isolation, the Tagaeri and the Taromenane. As a result of its unique location, Yasuni is an area of extreme biodiversity, containing what are thought to be the greatest variety of tree and insect species anywhere on the planet. In just 2.5 acres, there are as many tree species as in all of the US and Canada combined.

"We welcome this long sought after final step to protect an important part of Yasuni National Park," said Kevin Koenig, Amazon Watch Ecuador Coordinator who has been closely monitoring the initiative since its inception. "This is a big win for Ecuador, and the world. Now we need more countries to contribute, and for President Correa to keep his word."

The landmark proposal was an uncertain three years in the making, and on several occasions appeared dead in the water. From the outset, the government insisted on a one-year deadline to raise close to $4.5 billion, which was viewed as an impossibility by potential donors and undercut the proposal's perceived viability. Political turnover led to three different Foreign Affairs ministers and three distinct negotiating teams, while the government implemented seemingly contradictory environmental policies that continued to allow drilling inside the park and expanded mining concessions throughout the Amazon. Correa's public rebuke of his negotiating team after the Copenhagen Climate Summit were the trust fund was originally set to be signed, led to the resignation of the entire team as well as the Foreign Minister and confidant, Fander Falconi.

But Ecuador's civil society organizations, as well as the Huaorani themselves, kept the proposal alive by pressuring the government and continuing to increase the proposals popularity nationally and internationally. The environmental organization, Acción Ecológica with its "Amazon For Life" campaign collected tens of thousands of signatures of support and kept the initiative in the news during times when the government's commitment appeared to wane. The Huaorani continued to raise their voices on the importance of the park, the perils of oil extraction, and the need to keep out extractive industries from areas where the nomadic Tagaeri and Taromenane are present.

Although there is cause for celebration, some of Ecuador's indigenous groups are concerned by the Correa administration's announcement this week to open up areas of Ecuador's roadless, pristine southeastern Amazon region, as well as re-offering older oil blocks that were unsuccessful due to indigenous resistance.

"We hope that the success of the Yasuni proposal doesn't mean a defeat for the forests and people of the southern rainforests," said Marlon Santi, President of the powerful national indigenous confederation CONAIE. "We don't want Correa to offset his lost income from leaving the ITT oil in the ground by opening up other areas of equally pristine indigenous lands."

For more information please visit www.amazonwatch.org.

Founded in 1996, Amazon Watch is a non-profit environmental and human rights organization working to protect the rainforest and advance the rights of indigenous peoples in the Amazon Basin.

FOR IMMEDIATE RELEASE
AUGUST 3RD, 2010

MEDIA CONTACTS:
Atossa Soltani, 202-256-9795 or atossa@amazonwatch.org
Paulina Garzón, 718-314-7654 or paulina@amazonwatch.org

SE FIRMÓ FIDEICOMISO DE LA INICIATIVA YASUNÍ!!!!


¿Qué celebramos con la firma del fideicomiso de la iniciativa Yasuní?

La firma del fideicomiso es un paso importante pues sin él la iniciativa Yasuní no tendría posibilidades de continuar, es más podríamos decir que después de 3 años empieza a concretarse ahora. No firmar el fideicomiso probablemente habría significado la invasión acelerada de petroleras en el Yasuní, o en el mejor de los casos habría quedado reducida a negociaciones bilaterales por proyectos enmarcados en el mercado de carbono a cambio de una parcial renuncia a la explotación petrolera.

El tiempo ha favorecido para que la sociedad ecuatoriana e internacional conozca de la propuesta y tome una posición. Hoy la sociedad ecuatoriana es más consciente de que la riqueza que tenemos es la naturaleza y su diversidad, las culturas indígenas. La sociedad comienza a valorar lo que significa el sentido de comunidad y de respeto a la naturaleza.

Tenemos ahora una nueva Constitución que recogió los derechos de la naturaleza, la plurinacionalidad como propuesta política y el sumak kawsai como régimen económico

Es el momento de reconocer y felicitar a quienes han trabajado por la iniciativa: a los indígenas Waorani que llevan más de 20 años denunciando los impactos de las operaciones petroleras en sus territorios; a los pueblos y comunidades que con su resistencia inspiraron la propuesta Yasuní; a sus dirigentes de la CONAIE que han mantenido y promovido la protección del Yasuní; a aquellos trabajadores petroleros que han provisto valiosa información técnica y desde sus espacios han respaldado la iniciativa; a los demandantes del juicio contra la Texaco que nos han permitido contar con información sobre los impactos de la actividad petrolera; a los jóvenes de la campaña Amazonía Por la Vida que han promovido la defensa del Yasuní en escuelas, colegios y barrios en todo el país; a los artistas, periodistas,
académicos que han mantenido viva la iniciativa. Y por supuesto a los funcionarios y ex-funcionarios del Estado que han impulsado acciones para consolidar la llamada primera opción para el Yasuní.

Sin duda tenemos razones para celebrar y simultáneamente para continuar construyendo caminos. Eso nos obliga a subrayar los logros y señalar las debilidades, pues el silencio finalmente facilita el olvido de los sueños.

Proteger el Yasuní implica reflexiones y acciones locales, nacionales e internacionales que aún están pendientes.

1. A nivel local corresponde apoyar a las comunidades para la defensa de los territorios, los bosques y el agua, sin esas comunidades y sus luchas, la iniciativa del Yasuní nunca habría surgido. Es intolerable que estas sean reprimidas o descalificadas, eso equivale a dejar huérfana a la iniciativa.

2. La iniciativa Yasuní puede y debe allanar el camino a un Ecuador post petrolero. De hecho ha permitido contraponer a la idea clásica de priorizar la explotación, a la de conservar el patrimonio. Es necesario superar las medidas y políticas de más exploraciones, más explotación y más consumo, que nos atan al modelo petrolero, peor aún cuando estas afectarían al centro y sur de la Amazonía. Incluso es necesario cerrar la herida que representa el bloque 31, con cantidades mínimas de petróleo, el Bloque 16 que sobrevive con vida artificial, pues su contrato debería terminar en dos años y el campo Armadillo que afecta a pueblos en aislamiento voluntario.

3. Aún cuando la propuesta Yasuní permitió hacer visibles las vergonzosas negociaciones del mercado de carbono promovidas por el Protocolo de Kyoto, inspiró a otros pueblos y países para replicar la iniciativa de dejar el crudo bajo tierra y abonó a la discusión sobre la existencia de una deuda ecológica que el Norte debe al Sur, es necesario unificar las posiciones oficiales, que en algunos casos son contradictorias. Es necesario en ese sentido distanciar los fondos Yasuní de los mercados de carbono y de los proyectos REDD, que devienen en complicidad con los contaminadores y en pérdida de soberanía local y nacional, o de las inversiones en megaproyectos que sostienen el modelo extractivistas.

Todos estos son temas pendientes y pasos necesarios para el éxito de la iniciativa Yasuní y crearán el marco adecuado para ampliar el respaldo nacional e internacional necesario. La firma del Fideicomiso por parte del gobierno nacional, más allá de ser un requisito necesario para continuar con la iniciativa, podría ser una oportunidad para dar un giro en las políticas publicas que constituya un precedente positivo para la protección de la naturaleza y para el Sumak Kawsai.

Tenemos mucho por delante y nos corresponde enfrentarlo con el compromiso, el optimismo y el entusiasmo de siempre.


Esperanza Martínez