jueves, 20 de mayo de 2010

El Yasuní y el modelo extractivista 1




El Yasuní es el lugar más biodiverso del mundo, ya que en una sola hectárea se encuentran más de 644 especies de árboles. Además, en este territorio se encuentran los pueblos Taggaeri y Taromenane que decidieron ocultarse en la selva para proteger su cultura, sus tradiciones, sus saberes ancestrales y su modelo de vida.
La extracción del petróleo en el Yasuní pone en riesgo la biodiversidad y las culturas indígenas que se encuentran ahí. El deseo de extraer ese recurso responde a un modelo extractivista que ha sido impulsado durante la historia del Ecuador, por los gobernantes de turno en beneficio de los grandes capitales trasnacionales.



El Yasuní es uno de los ecosistemas más diversos del mundo, y representa una de las grandes riquezas del Ecuador. La diversidad biológica que se localiza en el Yasuní es única en el mundo; es el único lugar en que en una sola hectárea se encuentran alrededor de 644 especies diferentes de árboles .

Por su biodiversidad, la UNESCO declaró al Yasuní como reserva de la biósfera; esta declaración tuvo lugar el 20 de noviembre de 1979 . Por este motivo, el parque debe estar sujeto a las “Estrategias de Sevilla” (1995), documento en el que se resalta las funciones de las reservas (artículo 3). Esto quiere decir, que la reserva de biósfera es importante no solo para las comunidades que viven en ella y sus alrededores, sino también para la sociedad, en la medida que impulse un modelo sostenible de desarrollo .

El parque Yasuní debe cumplir tres funciones que están establecidas en las estrategias de Sevilla: 1) conservación; 2) desarrollo; y 3) apoyo logístico. Estas funciones no deben estar sujetas a condiciones para darles cumplimiento. Por el contrario, debe ser política de Estado que esta zona cumpla los propósitos indicados en las estrategias.


La función de conservación se cumple en la medida que no se realiza ninguna actividad contaminadora dentro de la reserva. Sin embargo, la preservación del parque, en la actualidad, se encuentra amenazada por el gobierno ecuatoriano con una eventual explotación del campo, incluso existen pozos de exploración abiertos dentro del parque , que amenazan la conservación de la tan diversa flora y fauna existente en el Yasuní.


La función de desarrollo todavía no está dentro de las políticas gubernamentales, en cuanto no existe todavía un modelo de desarrollo sostenible que sirva para la sociedad. Es decir, el modelo que se mantiene es el neoliberal extractivista de recursos que, en ningún momento, se lo puede calificar de sostenible.


Y, por último la función de apoyo logístico, la cual debería adoptar mayor importancia, en función de la diversidad que se encuentra en la reserva, e incluso porque todavía hay especies de árboles “[…] que no han sido clasificadas aún por la ciencia occidental […]” . Esto es un indicador de que no se están llevando a cabo labores investigativas para determinar cuan rico en diversidad es el Yasuní, y para ratificar su inmensa importancia para el mundo.


En 1998 se creó el “Plan de Manejo del Parque Yasuní”, en el cual existen ideas para abrir paso a un “modelo de desarrollo sostenible”; incluso existe el acuerdo ministerial 168 del Ministerio del Ambiente del 13 de noviembre de 2008, en el que se reconoce la función de las reservas de biósfera. Sin embargo, hasta la presente fecha no se ha implementado una política para efectivizar el cambio de modelo.
Por el contrario, se mantienen decisiones que perpetúan el modelo extractivista de desarrollo, por el cual, el gobierno quiere aumentar los ingresos del Estado por medio de la exportación de minerales y demás recursos naturales no renovables, siendo este un modelo contrario al Informe de Brundlant, en el cual se estableció que los recursos deben ser consumidos de forma que no afecte a las generaciones futuras.

Y, a pesar que desde el Ministerio del Ambiente confirman que no explotar el petróleo es conservar la biodiversidad del Yasuní , no dan paso a un nuevo modelo de desarrollo que difiera totalmente del modelo neoliberal extractivista de recursos no renovables. Esto es evidente porque existe la amenaza constante de explotar el petróleo del Yasuní si el fideicomiso ambiental no recibe los fondos necesarios.
Además, existen actitudes por parte del gobierno que no difieren del modelo neoliberal, como es la aprobación de la Ley Minería, con la cual se reafirma la extracción de minerales para aumentar los ingresos del Estado, sin tomar en cuenta los perjuicios que genera.

El Yasuní debe ser un instrumento para construir el nuevo modelo propuesto en la Constitución del 2008, un modelo efectivo pero sobre todo eficiente, que respete los derechos de la naturaleza, el derecho de toda persona a vivir en un ambiente sano y permita un desarrollo acorde con los principios del sumak kawsay y que no dependa de la extracción del petróleo ni de cualquier otro recurso natural no renovable.

Por:
Santiago Varela
http://www.inredh.org/index.php?option=com_content&view=article&id=336:el-yasuni-y-el-modelo-extractivista&catid=61:boletines&Itemid=126

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